viernes, 6 de noviembre de 2009

HARINERAS SE PONEN AL DÍA PARA AUMENTAR PRODUCCIÓN Y CALIDAD

En los bancos de molienda se realiza la producción de la harina. LA PRENSA/Jorge Fernández
Más silos para almacenar harina de trigo construirán en los próximos años las empresas harineras, ante la inminente escasez del producto, amén de los altos precios a los que se viene cotizando.

Con esta proyección, la industria harinera busca una mayor eficiencia y productividad, toda vez que en los últimos años se ha visto afectada por el alza en los precios de su principal materia prima -el trigo-, aumentos en el combustible y recientemente la disminución en el consumo.

Este sector viene saliendo precisamente de una crisis, dicen los harineros locales, quienes la califican como la más grave que han tenido en la historia. El incremento desmedido del petróleo influyó en los precios del trigo, aumentándolo en más de 80%.

Otro factor negativo fue que algunos países como Estados Unidos y Brasil se inclinaron a producir biocombustibles y biodiésel. Esto provocó un alza en la demanda de maíz, soja y trigo, lo que propició una especulación en los cereales.

Las industrias de fabricación de alimentos para animales, que utilizan maíz, tuvieron que importar grandes cantidades de trigo, lo que influyó en el precio, debido a la alta demanda. Es más, las harineras que estaban acostumbradas a utilizar trigo de primavera (de mayor calidad) tuvieron que importar el que se cosecha en invierno, debido a su abundancia y a su menor precio.

Para Víctor Cruz, economista del Sindicato de Industriales de Panamá, el sector harinero tiene una característica particular, que consiste en que tiene preferencia por el uso de algunos tipos de trigo. Si bien los ajustes de precios han influido en los costos de producción, explica Cruz, algunas industrias no han comprado materia prima nueva para procesar, porque aún tienen inventarios que adquirieron cuando el precio era alto.

“El ajuste de precios hacia la baja se podrá dar en 2010, cuando las empresas hayan salido de la totalidad del inventario”, aclara el asesor económico de los industriales. Comenta que aunque el precio del combustible aún no se ha estabilizado del todo, hay otros indicadores económicos que podrían impactar al sector. En el primer semestre del año, el precio del trigo cayó entre 35% y 40%, ya que en 2008 se encontraba entre 44 dólares y 45 dólares.

Por otra parte, el quintal de harina ha bajado entre 9 y 10 dólares.

Debido a esta tendencia, algunas harineras han decidido aumentar su capacidad de almacenaje, incrementar su producción y mejorar los empaques y presentaciones de sus marcas. Fernando Bichón, gerente de producción de Gold Mills, señala que para poder adelantarse a las necesidades del consumidor, en los últimos dos años han mejorado los empaques de presentación de algunos de sus productos. Esta marca posee entre 35 y 40 tipos de presentaciones.

Han pasado de los antiguos empaques de cartón y papel, hacia los de larga vida y con cierre fácil.
Aunque Bichón no detalla las cifras de inversión, indica que estas son de “cientos de miles de dólares”. También comenzaron a invertir en la importación de trigo de mayor calidad, proveniente de Estados Unidos. Para los próximos 5 a 10 años, Gold Mills proyecta invertir en silos y posiblemente en dos años cambiar de casa.

Por otra parte, Roberto Lombana, gerente general de Harinas del Istmo, asegura que han invertido en mayor eficiencia y productividad. Adicional se encuentran en plena fase de expansión, aumentando la capacidad de almacenaje, incluyendo cinco silos nuevos para garantizar una mayor cantidad de materia prima.





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